MAMÁ

¡Hola mis valiente!
Como cada semanita, estoy aquí para seguir hablando de mi familia.
Voy a presentaros a una persona, bastante especial y esencial en mi vida, mi madre.

Mi madre se llama Ana, y ese nombre en mi vida significa mucho.
Ana es el nombre de una persona que ha dado lo que no tenía por mí y por mi hermana, ha sabido reconocer los errores cuando los ha cometido para seguir teniéndonos a su lado.
Ana hace referencia a un nombre que no ha tenido fácil las cosas a lo largo de su vida, pero que aún así, siempre ha mirado hacia adelante y si no era capaz, ya estaba yo ahí para que lo siguiera haciendo.
Ana no es la persona perfecta, nadie lo es, pero a mí me gusta como es, como me cuida y como hace las cosas aunque muchas veces se equivoque, ya que lo que mejor tiene, es que cuando toca reflexionar o pedir perdón y reconocer los errores, ella lo hace. Eso es muy grande, como lo es ella.
Me gusta que me mire cuando como, cuando veo la tele, cuando monto a caballo, cuando duermo, cuando vivo.
Me gusta que me cuide.
Me gusta, que en mis días negros aparezca siendo sol y que nunca deje de serlo.

Me gusta que haga de abrigo, teniendo frío en pleno mes de agosto.

Me gusta que me de libertad, que sea mi libertad y que me acompañe en mi vuelo, curándome las alas cuando me fallan. 

Me gusta que haga de madre, que haga de amiga y siempre sea apoyo. 

Me gusta ella, en su totalidad. 

Ana, es el nombre de ella, mi madre. 

Es la persona que siempre está, sin estarlo, que me quiere sin pedirlo, que me aguanta sin pudor y me ayuda sin esperar lo mismo. 

Me diste la vida, y darte la mía sería lo mínimo que haría por ti. 

Gracias, por que si pudiera elegir, te señalaría a tí con todos los dedos de la mano, a ciegas y a velocidad extrema. 

El amor más puro, el que me das. 

La vida más eterna, la que me haces disfrutar. 

La vida, contigo. 

Te amo, y haces que ame la vida, siendo "vida" tu nombre.
Quiero seguir amando(te) la vida,
quiero verte feliz aunque nos falten motivos, o personas.
Quiero que estés, que seas eterna.
Lo mejor de todo ésto, es que no lo quiero, lo necesito.
No me considero una persona dependiente, pero si pendiente de ti, por que quiero.

Como ese reloj de arena, al que le da vueltas y vueltas con la esperanza de que, en alguna vuelta, no se vacíe.
Tu eres mi reloj, de arena, de agua, se agujas, pero sobre todo mi reloj de vida y felicidad.
Pero mi reloj es infinito, por que está lleno de vida, valentía y coraje, y tú, indirectamente, nunca dejas que se vacíe.

Ojalá la vida te de lo que de verdad te mereces, por que no es justa contigo.

Eternamente agradecida por la vida que me has dado y que me das.

Gracias mamá, te quiero.