REINAMORA

En la vida pasamos momentos que nos dejan fuera de partido y, a veces, de la liga. Esos momentos nos hacen estar abajo, bien abajo, y nos hacen sentir que no valemos, que no nos queremos y que, quizás, nunca volveremos a tener momentos que te dan vida.
Es todo negro.

El reloj de arena se pone en marcha y ves como el tiempo, ahora, está jugando a tu favor y el partido ha empezado de cero, que tienes otra oportunidad para marcarte unos objetivos y cumplirlos.
Cuando nos ponemos esos objetivos por voluntad propia, pensando en nuestro bien y en nosotros y nosotras mismas, pensamos que no hay objetivos mejores que los que nos hemos marcado.

Entonces pasa, que de buenas a primeras el reloj te hace que pares, que te sientes en esos sillones rojos con vista a un escenario donde las personas que nos esperan, no se suben, te hablan desde abajo.

Hablaba de vistas, vistas que se me borraron por un tatuaje con dos coronas llenas de vida y de una historia que quería seguir mirando, acompañado de un poquito de colonia de Zara.
Ya no eran vistas, porque ya no veía.
Ahora miraba, solo miraba esa espalda imaginándome la cara que había a la vuelta, y vaya cara.



Esa cara de la que os hablo me cambió todos los objetivos que yo misma me había marcado y mi única solución era darle la vuelta a ese reloj que no paraba de echar arena.
Pero seguí mirando, le miré mucho la cara, aunque no me dejara mirar dentro.
Le miré las manos, aunque no me dejara cogérselas.
Le miré la boca, aún sin decirme nada.
Pero le miré el corazón, y aunque no me dejaba entrar,tenía las llaves en la mano.

En ese momento encontré la solución de dejar que el reloj siguiera fluyendo, pero que ya no quería mirar ese reloj sola.
Lo quería con ella.


El 19 de diciembre de 2016, el reloj termina.
Pero cuando algo termina, es por que otra cosa empieza y, entonces, el reloj se da la vuelta.

Ese día la felicidad empezó a ser un estado emocional y constante que ninguna podía pararlo, ninguna quería pararlo.


La persona que encontré  en esos sillones rojos a un palmo de mí, ahora es la persona que me acompaña en el tiempo de este reloj de arena que es la vida.

Mi Reinamora, cada vez que me he atrevido a hablar de ella, la he descrito como una persona diferente al millón de personas que hay en el mundo, y fuera de él.
En la vida nos vamos a cruzar con seres deseados, indeseados, parecidos, iguales,diferentes, etc. Pero no recomiendo acabar la vida sin cruzarte con personas como ella, y como quienes hacen que sea, del verbo ser, entera.

Me ha enseñado qué es la vida y a saber, en grandes aspectos, cómo tengo que vivirla.
Me ha enseñado la calma, la fidelidad, el compromiso, las segundas oportunidades y me ha enseñado a querer (nos) sanamente.







Es arcoiris en pleno chaparrón, y es mucha vida en plena contrariedad.

La cabeza bien alta  disimulando las ojeras que le hacen trabajar por la noche y las manos siempre abiertas para los demás.
La colonia en grandes cantidades para que no huela a miedo, a cansancio.
Con la sonrisa bien puesta, aunque la pena le coma por dentro.
La espalada cargada, y no por fuera.
Exenta de gimnasio, pero más fuerte que cualquiera.

Enseñando como ver el sol siendo de noche, y como soñar a plena luz del día.

Así es ella, un gran muro de arcilla que solo se desace con quienes son agua, saciando la sed.

Amiga de sus amigos y leal a su familia.
Pero ahora hablo conmigo.
Conmigo, estando y siendo.
Conociendo y creciendo.

Conmigo, y yo con ella.
Construyendo nuestro propio reloj de arena y ausente de lo ajeno, abrazando fuerte la vida y viviendo, disfrutando.

Aprendiendo a querer(nos) en todos los sentidos y aspectos, a respetarnos y soportarnos.
Aprendiendo que la vida no nos deja, paradójicamente,ver las cosas importante y que somos nosotras quiénes debemos encontrarlas.

Aprendiendo que, la única dependencia que tenemos, es vivir y que queremos hacerlo juntas.
Cogiendo aviones, coches, montando a caballo, paseando al perro, conociendo pueblos, ciudades y países, compartiendo con la familia, con los amigos y con nosotras, en contra del tiempo y del viento, a favor de los uracanes y terromoto.

Porque así somos nosotras, vencedoras de la normalización y licendiadas en lo diferente, amantes de la calma en pleno atraco y nadadoras de primera en piscinas vacías, especialistas en enfados con doctorado en resolución de problemas e intensas en plenos sueños a las dos de la tarde un domingo "cualquiera".

Somos, o mejor dicho, hemos aprendido a ser un equipo, con sus problemas de última hora pero con recursos suficientes para la continuación, hemos aprendido a vivirnos y disfrutrarnos, dejando que seamos nosotras siempre, con nuestra vida aparte.

Estamos aprendiendo lo que es la vida, lo que son dos vidas en una misma casa.





Yo quiero seguir aprendiendo y creciendo contigo, mucho tiempo más.
De Cáceres a Salamanca, pasando por Mérida y haciendo parada en Almendral, comiendo en Olivenza, durmiendo en Sevilla y ameciendo en Canarias, andando por Madrid y llegando a Italia para coger un avión y seguir conociendo la vida, contigo.


Eres vida en la mía, te quiero bien verde, bien fuerte y bien, Sherezade.

Comentarios

  1. Como todo lo que escribes....precioso!!! Me emocionas cada vez hija...😍

    ResponderEliminar
  2. Welcome to Slot Casino 2021 | Welcome Bonus up to €500 - Casino
    Join 1xbet app Casino Poker and get an 먹튀 없는 사이트 exciting Welcome Bonus. Sign up 365bet today 포커 to claim your welcome bonus, free spins 네온 벳 and welcome bonuses!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares